El dentón de La Purísima

Posted by Alfreedom on 16 diciembre, 2011 · 24 comentarios 

 

¿Que mejor día para que se te “aparezca la Virgen” en la mar, en forma de gran captura, que en la festividad de La Purísima?

Jueves 8 de Diciembre de 2012, día de la Inmaculada Concepción. Era uno de esos días en que sacrificas una jornada de pesca para dedicarlo a la familia. Mientras desayunaba, sin haber madrugado, mirando por la ventana el espectacular día que había salido, sólo podía pensar en una cosa: ¡el mar debe de estar genial!

Mi mujer y mis hijas se hacían las remolonas en la cama. Sin pensarlo dos veces, me acerco a negociar con la jefa: “estaba pensando en irme un rato al mar, pero os prometo que estaré aquí para irnos a pasear y tomar el aperitivo”. ¡Permiso concedido! El “pensat y fet” que nos caracteriza a los valencianos, iba a darme una gran alegría en esta jornada.

Como iba a estar un par de horas escasas en el agua, decidí que me dedicaría únicamente al jigging. Soy de los que cargan todos los trastos y aparejos en cada salida para practicar un rato de curri, otro ratito de jigging, por si acaso me llevo para la sepia… y suelo terminar pescando a fondo con cebo. ¿Resultado? Que no disfrutas plenamente de ninguna de las modalidades ni te entregas al máximo en cada una de ellas, si bien consigues habitualmente llevarte algo de pescado para casa.

Especialmente, es el jigging lo que se nos hace más tedioso. Cuando llevas un buen rato dándole sin obtener picada empiezas a pensar que estás perdiendo el tiempo porque no sabes mover el jig, tus señuelos no son los apropiados, el bajo es muy grueso o simplemente que no hay depredadores allá abajo, y acabas por cansarte y desistir. Es una modalidad en la que debes tener mucha fe -(no en la Virgen, que también)- en tus propias posibilidades e insistir con tesón en tus marcas.

Eso era lo que me había planteado últimamente, por lo que al llegar al pesquero y confirmar el fabuloso estado de la mar, cargo lo justo para buscar mi objetivo: la captura de un buen dentón.

 

 

Mi historia particular con los dentones hasta la fecha había sido bastante decepcionante. En un par de ocasiones  había tenido espectaculares picadas que se soltaron. El pasado verano conseguí clavar algo muy gordo -no sé si sería dentón- que me partió el bajo de fluorocarbono de 0,40 por lo que decidí aumentar el grosor a 0,50  aunque me tenía preocupado si el aumento de grosor sería motivo de disminución de picadas.

Por otra parte, las pocas capturas de dentón que habían subido al kayak no eran dignas de mención. En el siguiente vídeo de captura y suelta de hace 2 años, nombraba a Marcos (pescaatot) que era el único de por aquí que les tenía tomada la medida a los dentex y nos inculcó a todos el veneno del jigging. En este caso la captura había sido a curricán.

 

 

También en el invierno de 2010, en un experimento de curri profundo, sin profundizador, con una rapala de babero largo y soltando más línea de lo habitual, combinando la ayuda de un motor eléctrico que me regaló Gus y a la vez un frenético paleo para coger velocidad y bajar la muestra hasta el fondo, conseguí capturar un ejemplar que pasaba del kilo y se vino a cenar a casa. Tampoco era una captura de mérito, pero me supo a gloria porque el experimento había dado su fruto.

 

 

El 4 de Diciembre pasado se celebraba el I Open de pesca Kayakeros en Canet d´Emberenguer. Una vez más volví a mis principios (erróneos, sin duda) y planteé el concurso con una combinación de todas las técnicas. Sin éxito al curricán, paré a hacer jigging en unas marcas facilitadas en gps hace tiempo por pescaatot, pero que conocía de toda la vida en las salidas en barca con mi padre, cuando no teníamos ni pajorera idea de gepeeses, ni sondas, ni de anglicismos como jigging o spinning. Tan solo alguna rapala oxidada en la caja de pesca y un “chivo” (plomo pintado con unos pelos de cabra en la ancoreta -“Papá, ¿ésto qué es?”-) presagiaban que algún día la pesca para mi no se limitaría a dejar caer el plomo con el cebo en el anzuelo al llegar a las marcas. Marcas que por aquel entonces eran todas visuales “el horno alto con el Monte Picayo al sur y el edificio rojo con la montaña en forma de teta al norte”, y que algunos veteranos pescadores anotaban en sus cuadernos constituyendo valiosos tesoros manuscritos que guardaban celosamente como oro en paño… Ufff, que me lío!!

Pues bien, en dichas marcas tuve una pequeña picada a jigging que resultó ser otro joven dentón.

 

  

 

Después de perder un dentón kilero, clavé de nuevo a jigging y subió un pargo guapo, por lo que inmediatamente mi ancestro de pescador de fondo tomó las riendas y aparqué la caña de jigging. “Si hay pargos entrarán mejor al langostino, hay que puntuar para el pesaje.” Subieron 3 más y entre los cuatro pasaron del kilo en la báscula de pesaje. Desde aquí, mi enhorabuena a Yuntajs, Paterkayak y Josepenric, que en ese orden se hicieron con el podio del I Open Kayaqueros.

 

Cuatro días justos después del concurso, llegó mi momento tan deseado. Clavar el primer dentón de porte, notar esas primeras embestidas que ponen al límite nervios, equipo y aparejos y verlo aparecer al fin en superficie, son sensaciones que no olvidaré nunca por mucho pescado que levante en el futuro. Y más en solitario, que te hace vivir mucho más intensamente la emoción del momento. ¿Emoción? ¿Conseguiré algún día no ponerme de los nervios ante las grandes capturas? No lo creo. El corazón se me salía de la caja y mi respiración en el vídeo es copia de la de Lord Vader.

No conseguí grabar la picada, de hecho las tomas previas a la captura son filmadas después de la misma. Cuando comienzo a filmar, el dentón ya se había rendido a media agua, no quise arriesgarme a manipular la cámara durante el espectacular combate y perder tan deseado trofeo, además, os juro que en la picada ni me acordaba de ella. En el momento del gancheo, no quise clavar en su carne mi viejo gancho oxidado y preferí buscarle las agallas. A ese viejo y cutre garfio, que hace bastante tiempo que no había necesitado pero que me acompaña en todas mis salidas, le tengo un especial cariño, pues me ayudó en una ocasión a tocar el cielo allá por el 2009. 

 http://peskama.wordpress.com/2009/11/23/el-dia-de-la-bestia-el-reencuentro-con-el-pez/

 

 

Aún no le he cogido el truco a la pequeña minicáma en cuanto a manipulación y encuadre, y me ha sido imposible actualizar la dichosa fecha impresa. Además la calidad no es muy buena pues la imagen sale muy brillante,”solarizada”. Quizá el problema lo provoque llevar la cámara en la frente bajo la sombra de la gorra y engañe al objetivo, seguiremos probando. Un gran angular como el que algunos lleváis quizá mejore este problema, y sobre todo el encuadre. No obstante, he tratado de hacer unos arreglos en la edición de vídeo para darle una digna forma a “la cita con mi dentón” :

 

  

 

 

¡Ahora Sí!, el banderín del sub-equipo del KFV que nos abandera a los que pescamos en esta zona y que en su día diseñó Mianvi para el Desafío de Pesca en Kayak, ha cobrado un especial significado para mí, jejeje.

 

 

Y éste es el protagonista de la historia, un Dentex que dio en la báscula un peso de 4,8k.  Con él en brazos, nuevamente miré hacia el cielo recordando a los que tanto echo de menos, y dí gracias a la Virgen por tan precioso regalo.

 

 

Aprovecho desde aquí para desearos A TODOS unas Felices Fiestas Navideñas y que el año próximo nos depare grandes momentos de pesca , a la par que mejore el delicado panorama socioeconómico que nos está tocando vivir.

Saludos. Alfreedom.

 

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